Marcelo Trobbiani: no había sitio en la fiesta

FÚTBOL MUNDIAL 

Campeón con Argentina en México '86, jugando menos de 2 minutos en la final.

Marcelo Trobbiani (rodeado con un círculo), campeón jugando menos de dos minutos en México '86.
EH... ¡QUE ESTOY AQUÍ!

Seguramente algunos hemos estado en alguna ocasión en una circunstancia parecida a la de Trobianni. Una gran fiesta nos rodea, pero sin embargo, por alguna razón flotamos fuera de la burbuja de euforia que contiene la actitud festiva de los otros, y esa misma razón nos impide sumarnos. Puede que incluso aquellos que están dentro de esa burbuja de fiesta lo sepan y además, nos cierren el paso. Siempre me he fijado en la foto de Maradona levantando la Copa del Mundo, y en ese personaje de la izquierda de la foto, cerca de donde sale el ex-canciller alemán Helmut Kohl. Con un gesto de circunstancias, nuestro personaje pone la mano a un compañero en la espalda, pero no consigue sumarse a la fiesta. El resto, parece ignorarle.

Curiosamente, un buen día viendo un reportaje, me di cuenta de que el hombre del gesto de circunstancias no era otro que Marcelo Trobbiani, ex-jugador del Elche y que tan solo llegó a jugar un minuto y pico de la final de México '86, en sustitución de Burruchaga. Seguramente no se llevaba mal, ni mucho menos con nadie (aunque por lo visto tenía un carácter bastante fuerte), el caso es que hace unos años, el propio Trobbiani comentó que no se sentía campeón de aquel mundial.

Trobbiani había destacado en el Elche, durante varios años, tanto en Primera como en Segunda, desde la temporada 1976-1977 a la 1979-1980, de donde había llegado procedente del Boca Juniors. En Elche se le recuerda como un centrocampista de calidad. Tras un paso posterior por varios equipos, entre ellos el Zaragoza, regresó a Elche, aunque sin el éxito de su primera época en el conjunto ilicitano. Se retiró en 1993, en el Talleres de Córdoba. En la actualidad, ha desarrollado una carrera como entrenador en varios equipos de Perú.

En fin, un recuerdo a todos los que no se han sentido integrados en un momento de felicidad colectiva, y que a pesar de todo ahí han estado. En este caso, uno de los grandes éxitos de la selección española campeona en estos pasados años fue sin duda, integrar a todos los jugadores, incluso a los que no jugaron ni un minuto.

Cromo de Panini de Trobbiani en el Elche.

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